La mesa arreglada momentaneamente,
los libros amontonados y el suelo reluciente.
El violín cerrado en la puerta de mi habitación
y la leche calentándose en el microondas.
La ropa tendida, los tres estamos en casa,
quien se acerque puede encontrar mi casa
completamente domingo.
Como yo me lo encuentro cuando me asomo
al balcón por la mañana
y no hay casi nadie por la calle,
pero se respira la resaca en el ambiente.
Como yo me lo encuentro cuando salgo por la tarde
y todo está cerrado, alguno pasea mirando mi mirada
perdida, porque esto es lo que me ocurre cuando es
completamente domingo.
Así me acuerdo, sola por el parque, de lo bien que estaba
ayer entre tus brazos, Oliendo tu cuello y rozando tu pelo,
y no sola, mirando lastimosa lo mal que se pasa cuando es
completamente domingo.
Y así me imagino como me llamas al móvil,
como se suponía que insistirías, como me contestas sonriendo a un mensaje
o como me haces este poema.
Eso me lleva a pensar otros títulos para este poema:
completamente tu recuerdo,
completamente echándote de menos
o completamente un típico domingo después de ti.
1 comentario:
holaaa! soi marinaa!
te dije que me pasaria,
que bonita la entrada, me gusto!
yo tambien me siento los domingos algo parecido...
son tristes verdad? a mi no me gustan...
muy bonita la entrada
te sigooo!
soy tu primera seguidoraaaa que honooor!
te invito a que pases por el mio, espero que te guste y me des tu opinion, intentare firmarte en tus nuevas entradas.
unbeso!
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