martes, 20 de septiembre de 2011

I

Esa sensación de hacer lo que deseas sabiendo que no es lo que te conviene. Todos te repiten que no lo hagas y mentalmente te ríes en su cara, porque sabes que al final vas ha hacer lo que quieras. Y te equivocarás. Otra vez.
  Llevaba tres meses saliendo con X y aunque se diga pronto, para ella era todo un logro. Todo iba perfecto. Él era perfecto. Pero J... J estaba tan lejos que esa situación le hacía pensar más en él y recrear los escasos momentos que vivió con él. Allí estaba ella, en el aeropuerto, esperando a J como quien espera a su cantante favorito, al chico de su vida. Pero J no era ninguna de las dos cosas ni lo sería, y ella lo sabía, pero no le molestaba porque desde que lo conoció no había habido una sola semana que no pensara en él. Tenía la espinita bien clavada. Y solo ese encuentro podría cambiarlo todo. O no.
Nervios. Mariposas... Se sonríen. Se besan.

1 comentario:

Minspirando. dijo...

Holaaa!
aiis que bonito! si es que cuando estas enamorada se hacen muchas locuras porque no ves y te da igual todoo!
te espero por mi blog! unbso!