sábado, 12 de noviembre de 2011

MICHICO


Tenía el pelo más bonito del mundo, como todo hombre desearía tener. Era marrón y liso, pero no ese liso desagradable a la vista, era un liso como planchado pero que se veía natural, simplemente acomodado a la perfecta forma de su cara. Se lo peinaba con una gracia... que le representaba, porque él nunca podía llevarlo mal peinado, era antinatural. Sus ojos eran marrones, marrones profundos me gustaba decirle, y la nariz no era ni achatada, ni gorda ni aguileña, era... perfecta. Podría ser perfectamente un modelo de esos de Calvin Klein, con la tableta algo definida, sin piernas-palo y con un culo... que culo tenía.  También fumaba, era malo, salía cada sábado, viernes y domingo y porque podía era un golfo. Le olía el aliento a tabaco, pero no sé porque no me era desagradable. Bueno, vale... era porque me recordaba a mi ex. Tenía dos piercings: uno en la lengua y otro en el labio, en la parte inferior derecha. Ambos  le daban un toque al que no me podía resistir. Había estado con tantas chicas que ni me podría acordar de sus nombres y había querido a tan pocas que me sobraban dedos de una mano. Realmente sobran las presentaciones, porque era el típico chico del que todas nos acabamos enamorando....

1 comentario:

Anónimo dijo...

lo siento si alguna bez te e exo daño, no era mi intencion...anoxe te lo dije nada mas lei esto, y hoy lo e vuelto a leer, me dejas sin palabras...nose k acer, tengo miedo te lo puedes creer ?

tequiero cosa bonita (L)