Cuando le anunciaron la muerte de su abuelo no pudo creerlo.
-¿Es una broma no?-respondió vacilante.
-¿Cómo voy a bromear con eso?
Se quedó igual. El testimonio de su padre esa totalmente cierto, pero a ella no le cabía en la cabeza lo que era toda una realidad. No lloró, en ese momento no le salían las lágrimas, todo lo que tenía retenido por el dolor lo sacó cuando llegó su madre y le leyó las lágrimas en los ojos.
El dolor perduró y se agravaba cuando alguien le abrazaba para dale el pésame, cuando le decían "joder, lo siento", o cuando veía a sus familiares llorar, algo insólito.
Duró meses. Nadie sabe cuanto tiempo estuvo sin sonreír, sin hacer nada divertido. Simplemente siguiendo una rutina que era pesada, acaparadora, para evitar pensar.
Pero entonces ocurrió el suceso.
-¿Es una broma no?-respondió vacilante.
-¿Cómo voy a bromear con eso?
Se quedó igual. El testimonio de su padre esa totalmente cierto, pero a ella no le cabía en la cabeza lo que era toda una realidad. No lloró, en ese momento no le salían las lágrimas, todo lo que tenía retenido por el dolor lo sacó cuando llegó su madre y le leyó las lágrimas en los ojos.
El dolor perduró y se agravaba cuando alguien le abrazaba para dale el pésame, cuando le decían "joder, lo siento", o cuando veía a sus familiares llorar, algo insólito.
Duró meses. Nadie sabe cuanto tiempo estuvo sin sonreír, sin hacer nada divertido. Simplemente siguiendo una rutina que era pesada, acaparadora, para evitar pensar.
Pero entonces ocurrió el suceso.
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